En numerosas ocasiones nos encontramos con pacientes que no responden como nos gustaría al tratamiento manual o pasivo por parte del fisioterapeuta. Hay pacientes que con frecuencia suelen recaer de su problema. Cuando nos encontramos enfrente de una paciente no solo es importante ver como se encuentran las articulaciones, los nervios y los músculos, también debemos de examinar cómo se mueve ese paciente.
Durante la exploración del paciente observaremos en aquellos movimientos que reproduzcan dolor si la activación muscular es la correcta. Utilizaremos una serie de pruebas que nos confirmaran que músculos se encuentran débiles y cuales se encuentran en acortamiento. Por último, el paciente realizará el movimiento que reproduce su dolor con unas correcciones y éste deberá aliviarse o disminuir el dolor significativamente.
Cuando un paciente sufre una experiencia dolorosa debido a una lesión, su musculatura profunda/estabilizadora se inhibe. Ello es debido a que el cerebro cambia los tiempos de activación muscular, no siendo la musculatura estabilizadora la primera en contraerse. En muchos cuadros clínicos que nos encontramos en la consulta de fisioterapia se diseña un patrón adaptativo, para proteger la lesión. Al final lo que termina ocurriendo es que este patrón nuevo no nos ayuda a aliviar el dolor, pasando a ser mal-adaptativo.
En la consulta de fisioterapia encontramos frecuentemente pacientes con problemas en la zona cervical, en la zona lumbar, que padecen de dolor de cabeza o con dolor en la cara anterior de la rodilla, entre otros …
El paciente obtendrá una tabla de ejercicios personalizados y adecuados a su presentación clínica. Los ejercicios consistirán en:
Fortalecimiento y estiramiento analítico de cada músculo. Realización de ejercicios mediante el movimientos más globales Realización de ejercicios adaptados a las actividades diarias.
Es importante que se realicen los ejercicios con frecuencia con el fin de conseguir la adaptación del sistema nervioso a los nuevos patrones de movimiento.