El síndrome de dolor miofascial es una disfunción muscular caracterizada por una banda tensa dentro de un musculo con un nódulo palpable (llamados Puntos Gatillo) que es hiperirritable. El Punto Gatillo es doloroso a la compresión y, cuando es estimulado mediante el estiramiento o la contracción, provoca un dolor referido característico.
Los mecanismos de activación pueden ser directos (traumatismos agudos, contracciones mantenidas, sobrecargas puntuales y exposición al frío) o indirectos (otros Puntos Gatillo, disfunciones articulares, radiculopatías, …).
Los músculos que frecuentemente se suelen afectar son los de la cintura escapular produciendo dolor en el hombro y a lo largo del miembro inferior, y los músculos del cuello que suelen provocar dolor de cuello hacia la cabeza.
Para el diagnóstico hay unos criterios de inclusión desarrollados por «Travell y Simons»: Debe haber una banda tensa palpable, dolor local a la presión de un nódulo palpable, reconocimiento como dolor habitual al presionar el nódulo y limitación dolorosa de la amplitud de movimiento al estiramiento completo.
Contamos con observaciones para confirmar el diagnóstico, desarrollados por «Travell y Simons», como la provocación de una respuesta de espasmo local (contracción muscular) ya sea de manera táctil o mediante la introducción de una aguja en el punto gatillo, la provocación del dolor referido característico de cada punto gatillo al comprimir el nódulo palpable y la demostración mediante una electromiografía de actividad eléctrica espontánea.
El objetivo del tratamiento de la disfunción muscular es el control del dolor, eliminación de los factores de perpetuación y el tratamiento de las consecuencias. Para el control del dolor tenemos una variedad de técnicas como la compresión isquémica, frio más estiramiento, estiramiento local, contracción – relajación y la punción seca.